martes, 5 de noviembre de 2013

La realidad, el esfuerzo

Madrid, Barça, Atlético... Messi, Cristiano, Diego Costa, Blatter... El fútbol centra toda la atención de la gente de mi alrededor, todo el mundo habla, critica, dice lo que el haría... Pero no todo mi entorno realmente está a esto.

Un amigo, compañero en algunos momentos, en toda la vorágine mediática del fútbol se le pasa por la mente un proyecto personal que realizar. Primeras ideas, primeras intenciones... La cosa toma un poco de forma y Pablo (@PablerasJim) hace público su reto para 2014, la #TransAvila como él la llama. Un recorrido por nuestra provincia de Ávila en la que combinara tres disciplinas deportivas: correr, bicicleta de carretera y bicicleta de montaña.

No sólo es un reto personal suyo ya que toma la decisión de recaudar dinero, no para él, sino para donarlo a la Asociación Española Contra el Cáncer de Ávila, un detalle por su parte y una forma de motivarnos a sus amigos para ponernos a su servicio en  lo que podamos prestarle ayuda. 

Personalmente esto me dio mucha alegría y me motivo a ponerme unos objetivos deportivos este año, no seguros, pero con intención de dar el máximo de mí en cinco pruebas de diferente ámbito. El Cross Ciudad de Ávila "Memorial José Soriano"; dos carreras en el ámbito de la montaña: "Cross Cebrereño" y la "IV Carrera Pico Zapatero" que organiza mi club, el Club Abulense de Montaña Almanzor, y que el año pasado tuve que abandonar al balar de la cima del Zapatero; y, por último, dos carreras organizadas por el Club de Triatlón de Ávila "Triávila": el biatlón y el triatlón que hacen en nuestra ciudad.

Buscaré superar el dolor y esforzarme para, sin dejar de lado las responsabilidades académicas, hacer lo que tanto me gusta que es CORRER. Os dejo un fragmento del libro Correr o Morir de Kilian Jornet, un deportista poco conocido fuera del ámbito del trailrunning y del esquí de montaña, pero sin duda uno de los mejores deportistas españoles.

"Cuerpo ligero, pier­nas ligeras. Sentir cómo la presión de tus piernas, el peso de tu cuer­po, se concentra en los metatarsos de los dedos de los pies y ejerce una presión capaz de romper rocas, destruir planetas y desplazar continentes. Con ambas piernas suspendidas en el aire, flotando como el vuelo de un águila y corriendo más veloces que un guepar­do. O bajando, con las piernas deslizándose por la nieve y el barro, justo antes de impulsarte de nuevo para sentirte libre para volar, para gritar de rabia, odio y amor en el corazón de la montaña, allá donde solo los más intrépidos roedores y las aves, agazapados en sus nidos bajo las rocas, pueden convertirse en tus confesores. Solo ellos conocen mis secretos, mis temores. Porque perder es morir."

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